En mi cama

En el caso de que te enamores de mí debes saber que sólo tengo un edredón que cuando se ensucia de un lado solamente lo giro. De un lado es como yo, blanco, gris, negro y otro vez de gris en rayas. Del otro lado también es gris, pero sólo de un gris y con unas costuras que lo hacían ver muy bien en la foto cuando lo compré y que en realidad pareciera que la tela tenía hoyos que con hilos los cocieron para que no se vieran.

Mi cama está casi llena con almohadas y esto es porque a veces me cuesta mucho dormir solo sin abrazar; antes pensé que era quizás una etapa, pero ahora sé que es una necesidad y no una manía. Me abrazo fuerte a ellas hasta que pierda la conciencia y sólo así podría sin darme cuenta ignorarlas y regresar al mismo lado de la cama del que ya me hice dependiente, tan dependiente que sólo ese lado me entiende y por eso siempre vuelvo a él.

En mi cama quepo yo y apenas dos, pero si tú te quedas a dormir conmigo sé que cabrás muy bien y yo dormiré mejor. Si te quedas, espero no te de miedo que a veces hablo dormido, que a veces lo que digo no es de mi vida y que a veces por miedo pueda ser que te busque algunas veces, y si te busco por favor deja que te abrace porque estaré tratando de regresar a esta vida contigo. Lo que quiero que sepas, es que en mi cama serás mi tierra cuando en sueños sea viento, sea etéreo, sea alma y si vuelvo contigo será porque es sincero el hilo que he puesto a tu dedo que me permita volver a tu lado.

No le hagas caso a mis ronquidos que sólo son indicios de lo profundo que he perdido y si te interrumpen el sueño por favor empújame de lado o muéveme demás y si eso no funciona háblame despacito al oído y pídeme volver a mi lugar, a mi lugar que es contigo y a tu lado en la misma cama y el mismo mundo en el mismo tiempo, en el que tú y yo estamos unidos.

Si mi sueño es profundo no insistas en despertarme que quizás estoy cansado de cuidar de los tuyos y los míos, de los otros y también de los perdidos; y si un día no despierto ten certeza que sigo vivo aunque mi cuerpo no.

Si te duermes conmigo adiós a las almohadas. Si te quedas conmigo siempre voy a regresar. Si te quedas conmigo dormido o despierto te voy a cuidar... y si te quedas conmigo pon el edredón que quieras mi amor.