Apenas si me acuerdo

Porque tú me llevaste por lugares conocidos que yo no conocía. Me llevaste como si fuera la flecha de tu brújula porque sabías que yo era el camino hacia el frente y derecho; y aunque nunca fui ubicado con los puntos cardinales, tú sabías que yo era una estrella a la cual seguir, así como lo hicieron los antepasados, los navegantes y hasta los reyes magos.

Y me llevaste por carreteras, por orillas de barrancos y acantilados y por la orilla del pacífico persiguiendo árboles y cerros, palmeras y el mar. Así pasé los viajes contigo, imaginando que esa era la felicidad, que la felicidad estaba en los caminos, en los hoteles, durmiendo juntos. Imaginando que la vida podía detenerse solamente porque estaba a tu lado, sintiendo que todo podía ser tranquilo como lo es el pacífico.

¿En dónde fue que caminamos por la orilla de un risco y bajamos entre rocas para llegar a una playa oculta? ¿En dónde fue que capturé en fotografía un ola rompiendo en las rocas y el sol ocultándose en el horizonte? ¿En dónde fue que perseguimos a un cangrejo diminuto? ¿En dónde fue que liberamos tortugas al mar?

Apenas si me acuerdo del chocolate que vendían unas mujeres nalgonas y morenas, bien morenas, y de los mezcales caseros que algunos hombres flacos morenos vendían en botellas de cristal, de los cocos que vendían en carretas, de los pareos pintados a mano y las camisas con bordados hechos a mano. Apenas si me acuerdo que saltamos de una lancha mar adentro para tocar una tortuga, pero yo sólo me acuerdo del frío y del miedo y de imaginarme la muerte lejos de la orilla, lejos de mi casa y de mi hogar. Apenas si me acuerdo del pez capturado hermoso y brillante que se opacó al primer golpe fulminante en la cabeza.

¿En dónde fue que un matrimonio cocinó para nosotros un pescado asado en carbón? ¿En dónde fue que bebimos un vino blanco barato y uno tinto igual de barato? ¿En dónde fue que un niño nos vendió pulseras que él hizo? ¿En dónde fue que me acosté en tus piernas mientras tú comías tamarindos dulces? ¿Dónde fue que diste por perdido tu monedero y que recordé que yo lo había guardado? ¿Cómo se llamaba ese lugar en donde bailé sin ti mientras me veías con alegría? ¿Cómo se llamaba esa playa en la que nos amanecimos con nuevas amistades y fumamos de la buena?

Recuerdo una cabaña y la cama blanca en la que no dormimos juntos, la hamaca en donde preferías estar sin mí y la vista enorme con la que me perdí en la inmensidad del mar y lloré.