¿Qué hago si estás ahí?
- Valfré Saavedra
- 7 abr 2020
- 2 Min. de lectura
¿Qué hago si estás ahí oculto entre las cajas que guardé en donde pensé que nunca habría de encontrar pero que llevo conmigo en cada mudanza?, en las que no sé qué voy a encontrar y por eso no quiero abrir. Te llevo dentro de cajas, entre libros y cuadernos, te llevo dentro de mi mente y en el resto de mi cuerpo.
Te llevo cargando a todos lados, a veces eres una maleta repleta de memorias vagas y otras veces eres un costal pesado lleno de estorbos acumulados, a veces eres alegría y
a veces tristeza, pero siempre te llevo conmigo en silencio a todos lados, a veces te dejo relegado para disfrutar un momento sin ti y a veces te siento en la misma mesa, en la silla continua a mí; y ahí te quedas bebiendo tu vino con un cigarrillo tomado en la otra mano y
a veces cuando estoy de buenas con tu recuerdo te dejo contarme cosas que no recordaba, y a veces, muy pocas veces me devuelves la sonrisa que me habías robado antes, otras veces, otras tantas veces, muchas veces.

De reojo te miro sentado de piernas cruzadas sujetándote el mentón con la mano libre y la otra sosteniendo lo que sea; un libro, un cigarro, una promesa o una mentira. De reojo te miro sentado riendo conmigo mientras yo bailo. De reojo te miro charlando con otro mientras yo bailo. De reojo te miro sonriéndome y sonriendo al otro. Te recuerdo cuando de reojo creo verte y volteo buscándote. Hay algo tuyo en todos los lugares en donde me paro, en las esquinas de las calles y en las esquinas de mis ojos. Yo te veo.
Te veo como ve un loco que jura haber visto cosas que él solo vio. Te veo como un niño ve lo que un adulto no. Como un loco o como un niño yo te veo porque te conocí, porque te besé, porque dormí contigo y contigo desperté. Te veo porque contigo viví y contigo soñé. Te veo porque me quedé loco pensando en ti.
Vas conmigo aunque no sepa a dónde voy, porque así de incondicional eres en mi mente. Dices que "sí", a todo dices que "sí" en mis sueños y en mi locura. En mi locura no necesito preguntarte nada porque sé que dirás que sí... Así como cuando te fuiste de viaje y me pediste esperarte y yo dije sí. Así como cuando volviste y me preguntaste si quería vivir contigo y yo dije sí. Así como cuando planeamos una vida y yo dije sí. Así en mis sueños igual respondes a todas mis peticiones.
Yo sé que estás ahí, en algún lugar, envejeciendo, llenándote de polvo, haciéndote especial y algún día sé que te encontraré en las cajas en dónde te guardé desde hace noches, meses, temblores, muertes y años.
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